Necesitamos despatriarcalizar las iglesias

Justicia para Juliana Campoverde (INREDH)

ECUADOR-

María Alejandra Andrade-

Indignada, molesta y triste por el caso de la desaparición de #JulianaCampoverde, cuyo principal sospechoso es un pastor evangélico – “su pastor”.

Me indigna la manipulación y el abuso espiritual a los que Juliana  fue sujeta. Me enfurece que un lobo vestido de pastor utilice su posición de poder para dañar y matar.

Me enoja la manipulación de la fe. ¡Seis años de búsqueda sin respuestas, con 11 fiscales y policías -entre esos varios evangélicos y evangélicas- que usaron argumentos como “mi fe impide continuar con la investigación”! ¿En qué momento la fe se convirtió en la excusa para impedir un proceso de investigación que conduzca a la verdad y la justicia? ¡Deberían ser despedidos, como mínimo, por su ineptitud y falta de profesionalismo!

Me entristece que la iglesia institucional, por miedo a dañar la reputación, se convierta en cómplice y protectora de abusadores y asesinos. La neutralidad, en casos como éstos, es un posicionamiento en sí mismo. Las palabras no dichas en el momento correcto y las acciones no tomadas con la rigurosidad requerida han agravado la injusticia y perpetuado la impunidad.

Me irrita que ahora que el caso está volviéndose más público, todos los dedos señalen al posible pastor asesino con asombro e indignación. Ahora sí es fácil pronunciarse a favor de la víctima y rasgarse las vestiduras por “esos” lobos vestidos de ovejas -¡hasta las personas evangélicas que un día marcharon en contra del proyecto de ley que buscaba frenar la violencia de género se pronuncian! ¿De qué se sorprenden? Acaso es tan difícil darse cuenta que, mientras nuestras iglesias sigan reproduciendo este sistema patriarcal que legitima y promueve la desigualdad entre hombres y mujeres, ¡van a seguir matándonos!

Según las estadísticas, los mayores feminicidas -los asesinos de las mujeres- no son los psicópatas. Son hombres “comunes”, criados en una sociedad que les dice que su condición de hombres les da autoridad y dominio sobre las mujeres. Esos hombres crecen con la convicción irracional de su superioridad moral sobre las mujeres -y sus cuerpos- y de su derecho a someterlas, corregirlas y exigirles que sean y se comporten de ciertas maneras. Así, las mujeres que quieren decidir sobre sus cuerpos y sus vidas no pueden hacerlo; otrxs lo hacen por ellas. El asesinato de una mujer víctima de violencia de género, desde esta perspectiva, representa el fracaso del agresor para someterla.

Hombres como éstos sobreabundan en nuestras iglesias. Iglesias que predican la superioridad del hombre sobre la mujer sobreabundan en nuestras sociedades. Sobreabundan también mujeres desesperadas que no encuentran auxilio y refugio en nuestras iglesias. Muchas iglesias se rehúsan a cambiar la narrativa y asumir su rol profético, y terminan reproduciendo y legitimando un sistema que sigue matando. Mientras no nos dispongamos a desafiar las estructuras patriarcales que permean nuestra teología y nuestras prácticas eclesiales, no hay prueba psicológica que nos libre de los abusos y los asesinatos. El problema no es que la falta de “filtros” para llegar a ser pastor; el problema está en las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres.

#VivasNosQueremos #NiUnaMenos #FeQueMata #NosEstánMatando#JusticiaParaJuliana #DespatriarcalizarLaIglesia

La autora es ecuatoriana, socióloga y especialista en Cooperación Internacional para el desarrollo. Es Máster en Gerencia de Proyectos y en Estudios Internacionales de la Niñez, de la universidad King’s College London. Cuenta con formación ejecutiva en Harvard y en the Human Rights Educational Associates; estudió Teología en la Universidad Bíblica Latinoamericana. Trabajó durante más de 11 años en Visión Mundial Internacional y actualmente se desempeña como Gerente de Relaciones Estratégicas y Teológicas para América Latina y Caribe en Tearfund-Reino Unido.

Nota de la Editora: El pastor evangélico Jonathan C, se encuentra detenido en la cárcel de Latacunga, acusado de ser la última persona que tuvo contacto con la joven Juliana Campoverde, desaparecida desde el 7 de julio del 2012. 

5 comments on “Necesitamos despatriarcalizar las iglesias
  1. Las relaciones de poder establecidas están orientadas a la invisibilizar al otro más aún cuando es revestida una condicion vulnerabilidad: mujer, niño, pobre, anciano, emigrante, refugiado. Viuda, madre soltera, adolescente embarazada…existe otra mirada y otras miradas

  2. SERVICIO DE ESTUDIOS DE LA REALIDAD (SER)

    Es un espacio de estudio, reflexión e investigación, sin fines de lucro, de carácter cristiano evangélico y dedicado a los temas de la realidad a nivel local como global. Su finalidad es el estudio y difusión de los valores cristianos evangélicos y principios que sirven de base a una sociedad libre, justa, democrática, solidaria y a una iglesia transformada y pertinente a la sociedad.

    COMUNICADO POR LA JUSTICIA PARA JULIANA CAMPOVERDE

    “Y a cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le atara al cuello una gran piedra de molino y que se le hundiera en lo profundo del mar”. Mateo 18:6

    No, no estamos a favor de pagar con violencia un hecho violento. Pero la desaparición de la joven Juliana Campoverde quien fue vista por última vez el 7 de julio de 2012 cuando iba a su trabajo, exige por parte de las autoridades una investigación que esclarezca la verdad y con respeto al debido proceso se imponga el castigo sin excusas para los culpables y cómplices por acción u omisión según el caso lo amerite.

    Que los líderes de la institución religiosa se hayan envuelto en indebidos procedimientos como manipulaciones de supuestas “revelaciones” de Dios, “secretos de confesión” o “consejería pastoral” exige a la sociedad respuestas claras de esta iglesia evangélica involucrada, ya que la Iglesia fundada por Señor Jesús está para ser luz en medio de oscuridad, paz en el conflicto y orientación de vida cuando la esperanza se ha perdido.

    Por tales razones respaldamos el trabajo de la Fiscalía General del Ecuador y en particular de la Fiscal Especializada en Violencia de Género, Mayra Soria Escobar encargada del caso quien con las decisiones adoptadas ha conducido a dar certidumbre que va a brillar la justicia a sus atribulados familiares al mismo tiempo hacemos un llamado a las iglesia cristiano-evangélicas y a todos los ciudadanos y ciudadanas a movilizarse en oración, denunciar con valentía la injusticia y promover la búsqueda irrenunciable de la verdad y la justicia que conduzcan a la necesaria reparación a los daños cometidos
    Así también apoyamos las muestras de inquebrantable solidaridad de organizaciones sociales que han acompañado a los padres de Juliana Campoverde en todo este tiempo de caminatas por la indagación de la verdad.

    • Gracias Miguel por comunicarse y enviarnos este comunicado. Ya lo publicaremos y esperamos/actuamos/oramos para que Dios despierte la conciencia necesaria en tantos liderazgos que hacen vista ciega a las violencias que conviven en las comunidades de fe

  3. Buenas noches.
    Me gusto el relato me pareció verídico, real, estremecedor y realmente doloroso ? porque es lamentable que sea tan real.
    Muchos de esos hombres están en la iglesia y muchas mujeres callan por no sentir/recibir el acompañamiento que la iglesia se supone debe darles.
    Eh visto y eh vivenciado muchas situaciones, sé que no todos los pastores son iguales y sé que no todas las congregaciones son iguales, no todos hacen vista gorda a esta situación.
    Pero es cruel, inhumano lo que en su mayoría sucede.
    No pongo a todos en la misma carátula
    Hay quienes guían con valores y principios la iglesia a cargo y hay quienes usan la fe para llevar a cabo sus deseos.

    • Gracias por escribirnos y compartir. Oremos y actuemos para poner fin a todo tipo de violencia en el seno de nuestras comunidades

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