Liderazgo metodista arrestado por proteger a migrante refugiado en su templo

Un grupo de aproximadamente 26 personas de la familia de Samuel, de la familia de la iglesia y de la familia de la comunidad, fueron detenidos/as como resultado de su testimonio cristiano. He instado repetidamente a que nuestros/as senadores/as en los Estados Unidos intervengan, exponiéndoles las necesidades de salud de la esposa de Samuel y lo innecesaria que resulta esta acción en estos momentos.

La crisis humanitaria relacionada con la inmigración no es lejana ni está alejada de nuestra vida en común. La historia bíblica es una historia de misericordia y de la gracia de Dios sobre las personas desplazadas, las personas en peligro y sobre quienes han sido llamados/as a cruzar las fronteras. En nuestro tiempo, estamos llamados/as a vivir la historia bíblica en nuestras oraciones, con nuestra presencia, a través de nuestros dones, en nuestro servicio y testimonio.

Debemos recordar, como pueblo metodista unido, lo que afirman nuestros Principios Sociales: “Reconocemos, abrazamos y afirmamos a todas las personas, sin importar el país de origen, como miembros de la familia de Dios”. Además, “Nos oponemos a las políticas de inmigración que separan a los miembros de la familia o que incluyan la detención de familias con niños, y hacemos un llamado a las iglesias locales para que estén en el ministerio con las familias inmigrantes”. (162)

Por encima de cualquier diferencia en nuestras perspectivas políticas, oremos en este día por que la gracia y la misericordia de Cristo esté con todas las personas, en todos los lugares, en todas las situaciones. Oremos específicamente por Samuel Oliver-Bruno y su familia, por quienes están abogando por él, por nuestra nación y su relación con el mundo que nos rodea y por aquellos con quienes tenemos fuertes diferencias.

Cuando era niña, me ayudaron a memorizar el Salmo 100, una canción de acción de gracias. Al celebrar el Reino de Cristo el domingo, se convierte en una nueva oración:

“Oramos para que toda la tierra pueda conocer el reino de Dios. 
Oramos por la vida abundante para todas las personas en todos los lugares.
En humildad, reconocemos que: Dios nos hizo, no nosotros/as mismos/as. 
Somos el pueblo de Dios, la oveja de los pastos de Dios. 
Por lo tanto, damos gracias y bendecimos a Dios con nuestras oraciones, nuestra presencia, nuestros dones, nuestro testimonio. 
Oramos por la gracia para que puedan vivir en nosotros/as y por medio de nosotros/as en este tiempo y siempre. Amén.

Con gratitud por dar testimonio de Cristo en todo lugar.

El caso

Samuel llegó por primera vez a Estados Unidos en 1994. Años después regresó a su natal México para estar con sus padres. En el 2014, al tratar de reingresar a Estados Unidos fue detenido. En ese momento, su esposa estaba siendo sometida a una cirugía a corazón abierto que ponía en peligro su vida. Samuel fue procesado federalmente, pero debido a la condición de salud de su esposa, las autoridades suspendieron su deportación.

Según explicó a La Noticia el grupo Alerta Migratoria, el inmigrante obtuvo un permiso de trabajo y se presentaba anualmente ante la oficina del ICE en Charlotte. Sin embargo, en su última visita le ordenaron abandonar el país el 10 de diciembre, tiempo donde se refugió en la iglesia.

Oliver Bruno es el único sustento económico para su esposa y para su hijo Daniel, quien es ciudadano americano, estudiante y atleta talentoso de J.H. Rose High School en Greenville.

Las condiciones de salud de su esposa no han cambiado. Actualmente ella padece varias enfermedades crónicas, que incluyen Lupus, misma que requiere costosos medicamentos y chequeos médicos frecuentes.