Por Daniel Favaro-
En el año 2004 integré por primera vez la asamblea de ALC Noticias y luego la Junta Directiva en representación de la WACC (Asociación Mundial por las Comunicaciones Cristianas), ya que formaba parte del Comité Ejecutivo Regional. Al concluir ese período, continué participando en representación de Creas (Centro Regional de Asesoría y Servicio) hasta noviembre de 2018.
Fue un tiempo muy interesante, de aprendizaje y desafiante por diversas razones.
Por un lado, las dinámicas sociales y políticas en América Latina siempre presentan nuevos desafíos al movimiento ecuménico y sus iglesias en todos estos tiempos.
Por el otro, las nuevas propuestas tecnológicas se fueron presentando ininterrumpidamente.
Hay un mito del pasado de ALC que cuenta que se comenzó enviando pocos faxes a editores que a su vez utilizaban la información para sus publicaciones impresas.
Aunque esto no haya sido literalmente así, los correos electrónicos que se enviaban en esos primeros años tenían como destinatarios a editores de publicaciones impresas que se conocían personalmente y, consecuentemente, estaban redactados en un formato y con una redacción del tipo de los cables de agencias de noticias.
Hubo que conversar mucho para asumir que en esos tiempos la difusión del uso del correo electrónico había permitido que quienes recibían la información eran directamente aquellas personas que la utilizaban en sus ministerios o solamente interesados y que ya no había intermediarios.
Esta situación se incrementó con los sitios web ya que en ellos ni siquiera se sabía a ciencia cierta quienes consultaban la información y cómo la utilizaban.
Un nuevo giro llegó cuando fueron apareciendo las redes sociales. Twitter y Facebook fueron las primeras y más tarde llegó Instagram, planteando nuevas maneras de presentar la información a diferentes sectores de interés y públicos en cada una de ellas.
Cada paso implicó conversaciones, replanteos y acuerdos sobre las nuevas maneras en presentar el material que se compartía.
Este proceso, que también transitaron las Iglesias y las Organizaciones Basadas en la Fe (OBsF), reafirmó la voluntad inicial de no ser meramente una “agencia de noticias” sino ser plenamente una agencia ecuménica de comunicación que tiene como objetivo el análisis socio – religioso y el potenciar la comunicación en el movimiento ecuménico. Entendiendo que el emitir informaciones de la sociedad, de las OBsF, de las Iglesias y del movimiento ecuménico tiene ese objetivo.
Esta comunicación se continúa realizando en la fidelidad a los valores del Reino de Dios y, dentro de esta perspectiva, en compromiso con la verdad, la defensa de la vida, la vigencia de los derechos humanos y el imperio de la justicia.
El autor es pastor metodista y comunicador.