La institucionalización de la violencia en Estados Unidos

ESTADOS UNIDOS-

Por Yenny Delgado

En la ciudad de Minneapolis, a plena luz del día, George Floyd un hombre afroamericano de 46 años fue asesinado por la policía, su ejecución fue transmitida en vivo, bajo el llanto y asombro de los que filmaron su muerte.

George Floyd estaba esposado y tirado en el piso con la cabeza hacia un lado, el oficial tenia su rodilla sobre su cuello y dos otros oficiales lo sujetaban por la cintura y piernas. Grabado a quedado las imágenes de su asesinato y sus últimas palabras «Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar». «Me duele el estómago. Me duele el cuello. Por favor, por favor. No puedo respirar». Los tres policías blancos siguieron sujetándolo hasta que llegó la ambulancia que verificó su fallecimiento.

Este asesinato se produce en medio de múltiples asesinatos de otros afroamericanos que perdieron la vida en manos de la policía en los Estados Unidos. Para entender la actual coyuntura de lo que viene sucediendo, es necesario presentar a partir de una mirada histórica, de como se a construido la sociedad estadounidense en base a la supremacía blanca. El asesinato de George Floyd es parte de la violencia sistemática e institucionalizada hacia la población afrodescendiente y nativa americana desde hace 400 años.

Los europeos que llegaron a América (entre 1492-1868) comenzaron un proceso de deshumanización de la población original, al afirmar que era posible que estas personas no tuvieran un alma ya que no adoraban al Dios cristiano esta idea les permitió tomar posesión de la tierra, cometer genocidio y esclavizar africanos que fueron traídos capturados para ser vendidos en América para que trabajen la tierra y produzcan riqueza.

Fue en 1868 después de la Guerra Civil y la lucha por la abolición de la esclavitud, que las comunidades afroamericanas pudieron trabajar para ellos, construyeron sus casas en comunidades periféricas que no contaban con servicios o en el área rural, donde tenían que trabajar como empleados mal pagados, sin tierra ni posesión, seguían siendo la población más empobrecida del país.

Mientras la ideología de la superioridad blanca continuaba floreciendo en todos los sectores de la sociedad, como parte de la semilla original de las colonias, un sacerdocio pronto resurgió. El Ku Klux Klan (KKK) con túnicas blancas y rostros cubiertos con gran parte de la pompa y las circunstancias de la iglesia cristiana, la organización comenzó a servir como ejecutores de la superioridad blanca a través de la violencia terrorista contra las comunidades afroamericanas y nativas americanas. Estos asesinatos extrajudiciales, incendios, violaciones y linchamientos forzaron creencias y, debido a que se hicieron de forma anónima, rara vez fueron procesados. El KKK se escondió en las sombras cuando se decidió crear la policía local quien adoptó públicamente el trabajo de resguardar las comunidades blancas.

El papel de la iglesia protestante los cuales seguían practicando el puritanismo especialmente a principios de siglo, es increíblemente revelador y cómplice. La iglesia decidió no abordar y condenar as leyes de segregación, las masacres, los linchamientos, la persecución y el empobrecimiento que vivían las nuevas comunidades afroamericanos liberados de la esclavitud. Mientras que la mayoría de los protestantes blancos se mantuvieron en silencio, un grupo de pastores, trabajadores y teólogos afroamericanos se alzaron para denunciar la discriminación en la sociedad. Líderes como el Dr. Martin Luther King con su protesta pacifica mostró resistencia saliendo a las calles y mostrando un mensaje vivo del evangelio que decía «Hay un poder creativo que trabaja para derribar montañas del mal y nivelar las cimas de la injusticia. Dios todavía obra a través de la historia». A pesar de que predicaba por protestas no violentas, el mismo sufrió de primera mano violencia; le incendiaron su casa, recibió amenazas de muerte, recibió criticas de pastores blancos que le decían que deje todo en manos de la justicia, que no predique contra la segregación. El siguió denunciando la segregación y el racismo. Una y otra vez a lo largo de su ministerio fue apresado, fue atacado por la policía, hasta que finalmente fue asesinado por el gobierno en 1968.

En esta larga historia de desigualdad, cuatro siglos de supremacía blanca ahora pesan en los hombros de los jóvenes que siguen viviendo la violencia institucionalizada en el país. En las palabras de la activista Tamika Mallor:

«Nosotros no somos libres, y estamos cansados. No nos hablen sobre el saqueo y fuego en la calle. ¡Ustedes son los saqueadores! ¡Estados Unidos ha saqueado a los negros! Estados Unidos a saqueado a la población originaria robándoles la tierra, así que saqueo y violencia es lo que ustedes hacen. Entonces, si quieres que nosotros lo hagamos mejor, ¡maldición, ustedes deben mejorar las cosas! «.

Los 8 minutos y 46 segundos en los que George Floyd fuese estrangulado por tres policías blancos, y donde escucháramos sus últimas palabras «Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar» se a manifestado ahora como un símbolo y frase de miles de jóvenes que están en la calles demostrando su cansancio e indignación por tanta injusticia y reclaman un cambio drástico, esta nueva generación no tiene marcha atrás.

La autora es psicóloga, teóloga y especialista en desarrollo. Reside en Washington DC, Estados Unidos.

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