¿Qué significan las velas de nuestra corona de Adviento?

Una corona con tres velas encendidas marca la tercera semana de Adviento.
Foto de Kathleen Barry, Comunicaciones Metodistas Unidas.

La corona de Adviento comenzó como una práctica devocional hogareña alemana y escandinava para marcar las cuatro semanas de Adviento. Las familias encendían una vela por cada semana pasada y la semana actual durante la cena o el tiempo de oración vespertino. La configuración de las velas, ya sea en línea o en círculo, no importaba ni tampoco el color de las velas (en los hogares de Europa se utilizan todos los colores). Lo que importaba era la marcación del tiempo y el aumento de la luz cada semana frente a la creciente oscuridad a medida que se acercaba el solsticio de invierno.

A medida que las congregaciones comenzaron a usar coronas de Adviento los domingos en algunos lugares de Europa y América a partir de fines del siglo XIX, se hicieron varias adaptaciones para que funcionen mejor en los espacios públicos de adoración. Las velas debían ser más grandes y uniformes que las “velas diarias” hechas a mano o compradas para uso doméstico y también ser de un color más uniforme para armonizar con la decoración en el santuario. Es por eso que las velas que se utilizan en la corona de Adviento suelen ser de color violeta o azul, para coordinar con el color de los paramentos utilizados durante esta temporada.

Este cambio en el contexto del uso doméstico al público también hizo importante a los ojos de algunos que a las velas se les diera un significado más que simplemente marcar el tiempo y aumentar la luz, lo que llevó a que se desarrollaran ceremonias especiales para encenderlas cada semana.

A medida que esta práctica comenzó a imponerse a mediados del siglo XX, varias casas de suministros para iglesias que vendían coronas y velas de Adviento para el culto público también desarrollaron recursos, pancartas y portadas de boletines asignando un tema a cada semana, y por lo tanto a cada vela, basándose en escrituras de los leccionarios de un año que se usaban en ese momento. Esos temas fueron Esperanza, Amor, Alegría y Paz, en ese orden.

Hoy en día, casi nadie usa esos leccionarios de un año, por lo que es posible que esos temas no siempre se ajusten a las escrituras que escuchamos en la adoración. La única excepción es el Tercer Domingo de Adviento, donde los leccionarios actuales han continuado apoyando la observancia centenaria del “Gaudete” o “Domingo de la Alegría”. Es por eso que las casas de suministros de la iglesia a menudo ofrecen para usar en este día, velas de color rosa para la corona.

Entonces, ¿cómo podemos hablar hoy sobre el significado de la corona de Adviento?

Podemos recuperar el uso doméstico original de marcar el tiempo con la esperanza de que la luz crezca mientras esperamos el regreso de Cristo, ese día en el que “La ciudad ya no tiene necesidad del sol ni de la luna para brillar sobre ella, porque la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el cordero”.

Y podemos desarrollar significados o temas para cada semana basándonos en el enfoque de las escrituras mismas. Después de todo, las velas y la corona son un accesorio, no un fin en sí mismas. Su significado proviene de cómo las usamos para señalar hacia Cristo, la verdadera luz del mundo, quien era, es y ha de venir.

Este material fue producido por Pregunte a La Iglesia Metodista Unida, un ministerio de las Comunicaciones Metodistas Unidas.

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