ARGENTINA-
El Moderador de la Renovación Carismática Católica, Pino Scafuro, emitió una misiva sobre el “avivamiento” de la Universidad Metodista de Asbury comenzado el 8 de febrero y su réplica en sus grupos o comunidades. Varios miembros y amigos de CHARIS viajaron a Asbury para participar en la experiencia, dice. “Es demasiado pronto para discernir plenamente estos episodios, pero lo que es seguro es que Dios quiere que sigamos percibiendo más intensamente su presencia y su Amor”, afirma el Moderador.
“El culto se ha desarrollado con calma, sin exageraciones, y tampoco hay un liderazgo personal que guíe la oración. Es como si todos la construyeran colectivamente”. Casi todos los participantes afirman haber experimentado la presencia del amor de Dios y la renovación de su fe”.
Se organizaron encuentros similares en otras universidades cercanas y después en otros países.
En la Renovación Carismática Católica, estamos familiarizados con estos episodios de despertar y efusión del Espíritu Santo. Nosotros mismos somos fruto de una efusión que tuvo lugar en 1967 en la Universidad Católica de Pittsburgh (EEUU). Después de los episodios de Asbury, muchos grupos de la Renovación Carismática Católica de todo el mundo están preparando encuentros de oración, adoración y alabanza para los próximos días.
Scafuro da una serie de consejos para quienes participan en el movimiento carismático:
– Les animamos a acompañar con vuestras oraciones a estos hermanos y hermanas que están viviendo un momento de gracia.
– Sabemos que el Espíritu Santo sopla como quiere, donde quiere y cuando quiere. Así que no se trata de replicar lo que allí está sucediendo, sino de crear un tiempo de adoración, escucha y espacio para la acción del Espíritu Santo.
– Seguimos pidiendo a Dios la gracia de un encuentro personal con Él.
– Seguramente Dios tiene mucho que decirnos y muchos dones que darnos.
– Como en el despertar antes mencionado, que la oración sea hecha comunitariamente.
– Que los que organizan, disciernan siempre los acontecimientos con prudencia y con el acompañamiento de la Iglesia local.