EL SALVADOR-
Treinta mujeres provenientes de Chile, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México, Canadá, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Austria, y las Filipinas, se reunieron en el II Encuentro Ecuménico Internacional de la Red de Mujeres del Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con América Latina, (SICSAL), reflexionando en torno al agravamiento de la violencia de género en América Latina y el Caribe, y a los retos y desafíos ante sus múltiples expresiones.
Al finalizar el encuentro, que se extendió del 17 al 19 de marzo en San Salvador, realizaron un Pronunciamiento “convocadas por el espíritu de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en el marco del proceso de su beatificación”, que damos a conocer aquí:
Reflexionamos en torno al agravamiento de la violencia de género en América Latina y el Caribe, y a los retos y desafíos ante sus múltiples expresiones. Aplicando la metodología del ver, juzgar y actuar para analizar las realidades de nuestros países, constatamos:
1. Vemos con dolor e indignación el alarmante aumento de las múltiples expresiones de violencia contra las mujeres.
2. Que la impunidad sigue instalada en las estructuras socio-políticas y judiciales, siendo cómplices de prácticas cotidianas de atropello maltrato y asesinato de las mujeres.
3. Que nos ha impactado la grave situación que sufren nuestros países, de forma particular la situación de nuestras hermanas de México, Colombia y Honduras por la persecución, desaparición, criminalización de las defensoras y defensores de los derechos humanos y la desarticulación de redes organizadas, así como el asesinato sistémico y reiterado.
Ante esta situación, reafirmamos, junto a la voz profética de San Óscar Arnulfo Romero de América, “¡En el nombre de Dios, que cese la violencia!.”
Así mismo, desde esta pluralidad de liderazgo de mujeres asumimos la palabra del evangelio: “Dichosos y dichosas los que trabajan por la paz, porque Dios los llamara hijos e hijas suyos.” (Mateo 5:9).
Convocamos a las iglesias, organizaciones de mujeres, a los movimientos populares, a los organismos de cooperación internacional y a los diferentes sectores sociales a unir esfuerzos y crear y construir estrategias que nos permitan visibilizar y contrarrestar la violencia de género y avanzar en la participación de las mujeres en los espacios de toma las decisión para establecer nuevas relaciones en equidad y respeto por la vida.
Exigimos la urgente intervención de los Estados para la creación e implementación de los mecanismos que garanticen la integridad física, moral y psicológica de las mujeres de nuestros pueblos.
Nos sumamos al reclamo de liberación del compañero puertorriqueño Oscar López, detenido injustamente en una prisión de los Estados Unidos desde hace 33 años por la defensa de la soberanía de su pueblo.
Finalmente, saludamos de este encuentro a la Cumbre Alternativa de los Pueblos, Sindical y de Movimientos Sociales, a celebrarse en Panamá del 9 al 11 de abril.
Hacemos un llamado a respetar la autodeterminación de nuestros pueblos, especialmente del hermano pueblo de Puerto Rico.
Rechazamos de manera enfática el intento de intervención directa a países como Venezuela, Argentina, Brasil y Cuba, que están en procesos e alternativas de vida, con la certeza de que otros mundos son posibles.
“¡Mujeres de Nuestra América resistiendo y en pie de lucha!”