CUBA-
Una mirada de actualización del contexto ecuménico en tiempos de Covid 19 fue el encuentro convocado por el Área de Formación y Estudios del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), en la jornada por la No Violencia hacia las mujeres y las niñas.
Para este acercamiento a la realidad eclesial actual fue convocado un Panel de líderes de diferentes procedencias, como Dámaris González Naranjo, ministra laica de la iglesia Episcopal, el Padre Ariel Suárez Jáuregui, de la iglesia Católico Romana, el pastor Eris Figueroa de la iglesia Misionera de Dios y Midiam Lobaina, Coordinadora del Programa Mujer y Género del CIC.
Cada participante expuso, desde sus perspectivas y experiencias, elementos distintivos del panorama eclesial y ecuménico en los tiempos de la pandemia global de Covid 19. En su intervención, Dámaris Naranjo analizó el desafío de las iglesias para continuar con su misión dentro de un escenario social muy complejo, en donde las tecnologías han asumido un papel preponderante. “En este tiempo de templos cerrados y redes abiertas toma una nueva connotación el sentido de comunidad, que trasciende la dimensión presencial y se encuentra con la persona detrás de una pantalla, un ser humano con una realidad concreta, y con la necesidad de pertenecer a esa comunidad en la que, a pesar de no estar juntos, podemos encontrar a Dios y unirnos en Su nombre”, afirmó. Asimismo abordó los desafíos de vivir un ecumenismo que no pierda su voz profética, y que ponga en alto la dignidad humana, con las bases de un mensaje bíblico de esperanza, un liderazgo comprometido y prácticas de solidaridad y servicio concretas.
Por su parte el Padre Ariel Suárez, resaltó el compromiso de la Iglesia Católico Romana con la causa ecuménica y se sumó al llamado de no quedarse en eventos puntuales, sino de mantener un impulso constante, que convoque a todas las comunidades en todos los niveles. En relación con la pandemia global, subrayó que el Covid 19 nos deja la conciencia de la fragilidad humana, una realidad que hacer pensar las consecuencias presentes y futuras, con la certeza de que: “Esto nos hará mejores o peores personas e iglesias. Tenemos que ir aprendiendo al paso, con la fortaleza de la unidad de la iglesia. Son tiempos de fomentar la pastoral de la escucha y el acompañamiento, ofrecer el testimonio de la compañía tierna de Jesús, mediante gestos de esperanza y de compasión”. Además, realizó un llamado a superar la invisibilización y a comunicar más efectivamente el servicio inestimable que hace la iglesia, para que su quehacer habitual se vea reflejado de mejor manera en todos los medios de comunicación.
Aportes desde una visión pentecostal fueron presentados por el pastor Eris Figueroa. En un apretado análisis de los retos de la iglesia ante el nuevo coronavirus, mencionó los de seguir atendiendo pastoralmente a las congregaciones desde el confinamiento, la atención a las niñas y los niños, el hacer frente a los problemas económicos y las respuestas bíblico-teológicas a las dudas existenciales que han surgido. De la misma manera compartió las dificultades que ha supuesto para la labor pastoral factores como la marcada tergiversación de textos bíblicos de carácter escatológico o cuando a través de las redes sociales se importan mensajes ajenos a nuestra realidad. Y concluyó con la mención de varias acciones que ejemplifican como, desde la experiencia práctica, se puede dar fe de una iglesia involucrada en la sociedad y caminando con los tiempos.
“La mayor vulnerabilidad de las mujeres y el aumento de la carga de trabajo para la mayoría durante el tiempo de pandemia ha sido reconocida. Existe un incremento de la violencia, la convivencia con los abusadores es un problema muy serio a tener en cuenta” reconoció Midiam Lobaina en la intervención final del encuentro. También analizó como la iglesia no escapa a esta situación, sino por el contrario le añade la presión de la imagen de la “mujer perfecta”. A esto se suman las cifras que, aunque no oficiales, muestran un incremento de feminicidios, lo que hace más imperioso el trabajo eclesial en temas como cultura de paz, resolución de conflictos y no violencia hacia las mujeres, partiendo desde una capacitación bíblica y teológica.
Como parte de este encuentro tuvo lugar la premiación del concurso “Reforma en tiempos de Covid 19”, un esfuerzo del Área de Formación y Estudios para vincular, mediante el arte, el espíritu de la Reforma Protestante con el contexto cubano actual.
Para el grupo participante de esta cita, que tuvo lugar este 19 de noviembre en la iglesia de la Fraternidad de Iglesias Bautista “William Carey”, en la capital, quedó clara la necesidad de compartir estos temas con cada una de las diversas denominaciones representadas.
Hubo un tiempo de intercambio con las y los panelistas en donde fue evidente el reto que estos tiempos plantean a cada una de las iglesias en nuestro país, con la convicción de que la pandemia de Covid 19 no ha terminado, por lo que para la iglesia esta debe ser una etapa creativa, un tiempo fecundo donde Dios nos llama al acompañamiento y al servicio, con un testimonio de un ecumenismo comprometido, efectivo y auténtico.