Se realiza el Foro de WACC: La comunicación, piedra angular de la justicia social

ARGENTINA-

Cirenia Ortega, CIMAC-

Del martes 18 al viernes 21 de octubre, comunicadoras y comunicadores de toda América Latina están reunidos en Buenos Aires para dialogar sobre las brechas de género, los obstáculos para el ejercicio del derecho a la comunicación, pero, sobre todo para conocer y explorar las formas desde las que la comunicación acerca a la igualdad.

El foro La Comunicación: Piedra Angular de la Justicia Social, es convocado por la Asociación Mundial por la Comunicación Cristiana (WACC por sus siglas en inglés) una organización internacional con representación en todos los continentes que impulsa el derecho a la comunicación para todas y todos y que desde 1995, cada cinco años realiza el Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP, por sus siglas en inglés) que es el observatorio de medios de comunicación más grande y único con perspectiva de género feminista.

La representación en América Latina (WACC AL) se reunirá con más 30 contrapartes de diferentes países de América Latina y el Caribe, será una oportunidad para discutir el papel fundamental de la comunicación en la promoción de diferentes dimensiones de la justicia social.  

Durante la bienvenida, Philip Lee, secretario general de WACC global compartió el interés general de la WACC “posibilitamos que la gente sea vista y escuchado pues no importa el tema, justicia de género, justicia digital o cambio climático, no se avanzará sin una comunicación justa y eficaz”.

Lee señaló “la exclusión digital de un gran número de personas también las excluye de los procesos democráticos. En la era digital se agrava la ampliación de poderes de vigilancia y los ataques al derecho a la libertad de expresión y el aumento de noticias falsas”.

Para muestra, “En el Abya yala, durante la pandemia pocos pudieron quedarse en casa, la gran mayoría no tuvo el privilegio del teletrabajo, tuvo que exponerse al virus, indígenas y mujeres pobres.”

Desafortunadamente el panorama no es esperanzador, las tendencias de desigualdad en los medios se reproducen en el mundo y toda la región de América Latina:

Las mujeres aparecemos en apenas 25 de cada 100 noticias y somos representadas cosificadas, reproduciendo estereotipos. En la radio, las mujeres tenemos apenas 20 minutos de cada hora al aire. Las mujeres indígenas o con otras condiciones de vida son aún más invisibilizadas a la vez que los grupos contrarios a los derechos humanos de las mujeres ganan espacio mediático.

La evidencia muestra que, cuando una mujer es quien produce la noticia, el enfoque de la noticia cuestiona dos veces más los estereotipos de género, la violencia contra las mujeres y ofrece mayor información basada en los derechos humanos.

A pesar de este papel tan importante para transformar las narrativas mediáticas, las periodistas enfrentan violencias que obstaculizan el ejercicio de su profesión. Las periodistas tienen menos posibilidades de acceder a puestos de jefatura o direcciones de los medios, sus voces a menudo no son tomadas en cuenta, son acosadas por sus fuentes de información y sus jefes, viven condiciones laborales precarias además de la violencia que sucede en la cobertura misma donde grupos de poder y representantes de los gobiernos las amenazan para frenar sus investigaciones periodísticas.

Además de ello existen otras complejidades en la región: las pocas oportunidades que abren los medios para colocar temas sobre acceso a recursos, la brecha de género en el acceso a la tecnología o los ataques digitales o bien, poblaciones que quedan fuera de todas las agendas e incluso crear mensajes que les estigmatizan como son las y los migrantes o los pueblos los indígenas y afrodescendientes.

Las barreras de la región son complejas, sin embargo la sociedad civil se organiza por nuevas y mejores maneras de vivir y muchas mujeres están trabajando en nuestra región para ello:

Los medios comunitarios sobre la migración en la frontera Ecuador-Colombia, la Red de Reporteras y reporteros de Colombia y Venezuela; la red de reporteras y Reporteros Comunitarios y ancestrales en Mesoamérica.

O las experiencias de la Confederación de organizaciones indígenas de la Amazonía Ecuatoriana, la Red Mesoamericana de Radios Comunitarias, Indígenas y Garífunas Feministas en Honduras, Palabras y saberes: Construyendo la paz desde los territorios indígenas en Colombia, la Red Centroamericana de Radios Comunitarias y las y los Comunicadores indígenas Aymaras construyendo la paz y descolonizando el conocimiento a través de la radio comunitaria en Bolivia.

En México, Violeta Radio, la primera radio feminista y comunitaria que opera en la Ciudad de México es muestra de los esfuerzos por avanzar en la igualdad en los medios, destacan otros trabajos como GAMMA en Ecuador, el Periodismo Feminista para un Mundo Mejor en Argentina, el Periodismo de paz para las mujeres que impulsamos desde Cimacnoticias en México, la Unión de Mujeres Aymaras por una Comunicación Indígena, autónoma, Intercultural, y enfocada en la Naturaleza en el Peru; el Tejido de Radios Indígenas Comunitarias en el Norte del Cauca, Colombia.

Y los esfuerzos desde la comunicación medioambiental como la Red de Reporteras y reporteros Ambientales de Mérida en Venezuela, la Asociación de Mujeres Mayas Majawil Q’ij, Nuevo Amanecer para la resiliencia y mitigación del cambio climático en Guatemala, la Red de Periodistas Ambientales de los Paramos en Colombia, las y los Reporteros Agroecológicos en el Caribe, la Asociación de Cooperativas El Ceibo en Bolivia.

Estas iniciativas comunitarias, son la esperanza para hacer frente a las brechas en comunicación en nuestra región. “Son 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, nosotros insistimos en integrar un objetivo 18, la comunicación para todas y todos”, sentenció Lee.

Fuente: CIMAC Noticias

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