Firma de acuerdo en Wittenberg en julio de 2017 por la Federación Luterana Mundial y la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y la federaciuón Luterana. De archivo: WCRC / Anna Siggelkow
ALEMANIA-
Compartimos una entrevista con el Secretario General de la Federación Luterana Mundial-FLM, Martin Junge, sobre el aniversario de la Reforma. Estas semanas, muchas iglesias miembros de la Federación Luterana Mundial (LWF) se están preparando para un punto culminante de su conmemoración del 500 Aniversario de la Reforma. Lutheran World Information habló con Junge.
Secretario General, usted ha sido testigo de cómo las iglesias miembros de la FLM en todo el mundo conmemoraron el Aniversario de la Reforma, ¿qué ha visto?
Me he inspirado en todos los eventos y programas que están siendo implementados por iglesias luteranas en todo el mundo. Podría empezar a nombrar las actividades y las iglesias en Oriente y Occidente, Norte y Sur que realmente están trabajando en el marco del aniversario, a menudo muy públicamente.
Estoy asombrado por su creatividad y su determinación de hacer público, para dejar en claro a sus comunidades y a la sociedad en general su identidad. Para mí esto es un recordatorio de que la reforma es de hecho un ciudadano global y que está en curso.
El Día de la Reforma, el 31 de octubre, será un punto culminante en la conmemoración, ¿dónde estará ese día?
La FLM se ha acercado al aniversario de la Reforma con un fuerte enfoque ecuménico. Diferente de los centenarios aniversarios pasados, el foco está en lo que nos une con otras Comuniones Mundiales Cristianas, en lugar de tomar un punto de partida en nuestras diferencias.
He aceptado una invitación para estar en la Abadía de Westminster donde habrá un evento conmemorativo ecuménico que incluye una afirmación de la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de Justificación (JDDJ) en nombre de la Comunión Anglicana. Esta afirmación será presentada a los representantes de la Federación Luterana Mundial y del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, los primeros signatarios del JDDJ, ante la presencia de representantes del Consejo Metodista Mundial y de los Reformados asociados con JDDJ en 2006 y 2017 respectivamente.
Estoy profundamente agradecido a nuestros interlocutores bilaterales por las maneras en que nos han apoyado para celebrar el aniversario ecuménicamente. No podríamos haberlo hecho sin ellos. Hace un año estuvimos en Lund y Malmö en la Congregación Católica-Luterana Conjunta con la Iglesia Católica Romana. En julio estuvimos en Wittenberg con la Comunión Mundial de las Iglesias Reformadas firmando el acuerdo en Wittenberg. El 31 de octubre estaremos con nuestras hermanas y hermanos anglicanos. Y más tarde, en noviembre, estaremos conmemorando el aniversario junto con nuestros socios de diálogo ortodoxos. No hay duda: ser luterano es ser ecuménico, y somos bendecidos por nuestras relaciones ecuménicas.
Cuando habla de una reforma en curso, ¿tiene problemas específicos en mente?
El 500 aniversario de la Reforma nos encuentra en un momento de agitación, inseguridad y cambios. Para muchas personas que buscan el futuro trae ansiedad y temores sobre la paz, la degradación ecológica y lo que esto puede significar para las próximas generaciones, nuestros hijos. Hay mucha preocupación por la indiferencia a la realidad de que nosotros, como familia humana, dependemos unos de otros y de la creación de Dios en general. Hay tan poco espacio para la gracia y la compasión. La paz y la justicia están bajo presión.
Estamos facultados para convertirnos en embajadores de la paz, la justicia y la reconciliación en nuestro mundo. Así que estamos liberados para servir.
Pero precisamente por esto creo que este es un momento perfecto para ser la iglesia. Hemos escuchado el poderoso mensaje de Jesucristo y estamos llamados a compartirlo: no somos salvos por lo que somos y por lo que hacemos, sino por Dios y por Dios. Dirigidos por Dios con amor, compasión y misericordia, estamos capacitados para ser embajadores de la paz, la justicia y la reconciliación en nuestro mundo. Así que estamos liberados para servir. El mensaje de Jesucristo no ha perdido ninguna de su pertinencia y relevancia en el mundo de hoy. Sé que las iglesias miembros seguirán viviendo su vocación para participar en la misión de Dios, dando testimonio de Cristo en la proclamación, el servicio y en la forma en que representan la justicia.
Y con razón: Porque Dios está vivo, Dios sigue dirigiéndose a nosotros, salvándonos y liberándonos. Es por eso que la iglesia tiene una misión, por eso la Reforma está en curso.
Fuente: LWF
Traducción: Claudia Florentin para ALC Noticias